El amor es un verbo de acción

Amor

La cultura occidental nos socializa desde muy pequeños para interiorizar nuestros ideales sobre el amor. El amor podría entenderse como un afecto profundamente tierno y apasionado por otra persona. La magnífica narrativa del amor a menudo se ve reforzada por la cultura pop y los medios de comunicación. La búsqueda del amor en conexión con las relaciones es a menudo una constante e implacable en la cultura occidental, y cómo elegimos personalmente definir el amor puede diferir dependiendo de cómo hemos sido socializados para comprenderlo, relacionarnos con él y aceptarlo.

¿Cómo se manifiesta el amor?

Dado que el amor está en el centro de nuestras relaciones, es importante considerar cómo se manifiesta realmente. Sin la presencia del amor, dos personas no podrían comprometerse entre sí, ya que indudablemente no lo encontrarían significativo. No habría ningún catalizador para el compromiso. En el centro de nuestra conexión con nuestros compañeros actuales y potenciales, el amor es un ingrediente importante para solidificar la conexión. Además, el amor es a menudo la motivación para el crecimiento de nuestras relaciones.

Dado que nuestros ideales sobre el amor están influenciados por muchos factores sociales en conflicto, a menudo esto puede llevar a que las personas creen expectativas poco realistas sobre el curso de sus relaciones basadas en estos mensajes contradictorios. Estas expectativas poco realistas a menudo se interponen en el camino de nuestra capacidad para crear relaciones basadas en un mensaje coherente.

Como resultado, una suposición común es que el amor es todo lo que necesita para construir una relación saludable.

Para resistir las presiones y complejidades que a menudo ocurren en todas las relaciones, el amor debe ser más que algo que simplemente sentimos y decimos. Las relaciones resilientes exigen un equilibrio tanto de acciones como de emociones para florecer.

Sé que esto puede parecer una tontería, sin embargo, el amor es en realidad un verbo de acción. En pocas palabras, a menudo hay acciones consistentes que deberían estar indisolublemente conectadas con profesar el amor de uno a otro. Es importante reconocer que el amor es simplemente una porción del complejo tapiz al que cariñosamente nos referimos como una relación saludable. Al dar un paso atrás para observar nuestra relación ideal, nos damos cuenta de que la creación de este tapiz a menudo tiene sus raíces en nuestros valores colectivos. Nuestros valores comunes a menudo incluyen:

  • Confiar
  • El respeto
  • Apreciación
  • Límites
  • Aceptación
  • Transparencia
  • Comprensión
  • Comunicación
  • Reciprocidad
  • Flexibilidad
  • Empatía

Para que nuestros matrimonios prosperen, debemos estar dispuestos a comprometernos a invertir el tiempo necesario para nutrir la relación. El amor es un verbo de acción que inspira e impacta la trayectoria de nuestras relaciones. Tómate un momento para preguntarte: ¿es el amor un verbo de acción en mi relación actual? ¿Cómo se ha manifestado el amor tanto en mis palabras como en mis acciones? ¿Qué puedo hacer de manera diferente, a partir de hoy, para vivir en la actualidad del amor?

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