'Tenemos la misma pelea una y otra vez': 4 formas de restaurar su relación

Aquí hay formas de restaurar su relación, cuando tiene la misma pelea una y otra vez

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Lo único más agotador que pelear con tu pareja es darte cuenta de que estás teniendo la misma pelea cada vez que no estás de acuerdo. Crees que estás discutiendo acerca de los planes para la cena cuando tu pareja de repente dice: 'Siempre es lo mismo. Comemos lo que quieres y lo que quiero no importa '.

Esto es más común de lo que cabría esperar; muchas parejas descubren que, con el tiempo, las discusiones tienden a reducirse a unas pocas áreas clave de desacuerdo. Algunos temas de conflicto comunes incluyen 'Mis sentimientos no te importan', 'No confías en mí' y 'Quieres controlar todo'.

Para algunas personas, se necesitan años para llegar a este punto de estancamiento de la comunicación, mientras que otras caen en el patrón rápidamente. Pero una vez que llegan a esta etapa, es la misma historia: cada pelea de alguna manera se convierte en un guión deprimentemente similar. De 'me dijiste que estarías en casa hace una hora', de alguna manera se desvía a 'aquí vamos de nuevo, y me dices cómo he fallado'.

Esas frases repetidas van acompañadas de un sentimiento de desesperanza y agotamiento. Cuando sientes que estás chocando contra la misma pared, una y otra vez, es hora de dejar de lado lo que llevó a la última pelea y quién tiene razón (aquí está el desafiante secreto que todo terapeuta de parejas conoce: ambos tienen razón. ¿Y ahora qué?)

Aquí hay 4 formas de restaurar su relación

1. Comprometerse a luchar

Las parejas tienen que abrazar una idea que puede parecer un poco loca: dejar de intentar dejar de pelear.

Esto no quiere decir que debas abrazar la lucha, sino, alternativamente, verla como algo inevitable y natural, y cambiar la forma en que luchas.

Algunos problemas están arraigados y necesitan mucha atención. Eso significa que es posible que deba luchar contra ellos durante mucho tiempo. Pero si la forma en que discutimos es tóxica, entonces tendemos a cerrarnos. Al escuchar el mismo argumento una y otra vez, nos sentimos inmediatamente a la defensiva y le decimos a nuestro socio por qué no debería sentirse así. Nuestra pareja, a su vez, se siente resentida —nadie quiere escuchar por qué sus reacciones son incorrectas— y responde con ira y desconfianza.

Alternativamente, el resentimiento se desvanece cuando volvemos a comprometernos a discutir y a hacerlo bien. El oyente debe aceptar volver a escuchar las mismas quejas y el hablante debe aprender a comunicar el problema con menos ira. En esta primera etapa del proceso de inversión, no intentamos solucionar el problema, solo hablamos bien de él.

Las parejas tienen que abrazar una idea que puede parecer un poco loca: dejar de intentar dejar de pelear

2. Aprende a luchar mejor

Discutir bien implica tres reglas fundamentales: Escuche atentamente y asegúrese de comprender, responda con compasión y hable sin desprecio. Para que quede aún más claro, en cualquier conflicto, cada socio tiene responsabilidades específicas.

3. Siga las reglas

Las reglas del hablante son:

  1. Hable sobre sus sentimientos (use declaraciones en 'yo' y explique cómo está herido)
  2. Habla sin criticar ni atacar (asume que tu pareja es tu amiga)
  3. Pregunte '¿cómo puede ayudarme a sentirme mejor con esto?'

Las reglas del oyente son:

  1. Trate de escuchar la necesidad insatisfecha (escuche con atención)
  2. No se defienda y diga por qué tiene razón en el altavoz está mal
  3. Tómese un descanso si se siente enojado (regrese tan pronto como esté calmado).

Cuando usamos estas habilidades, la comunicación cambia, de la combatividad de cada uno en su propio rincón a la empatía preocupada. Podemos empezar a mirar este problema persistente con nuevos ojos y sin la expectativa de que el cambio debe ocurrir de inmediato.

Mientras que antes entramos en la discusión con el objetivo de cambiar a nuestra pareja, ahora nos acercamos a ellos solo para compartir pensamientos e ideas, sabiendo que cada conversación es parte de un mapa mucho más largo y serpenteante del problema.

Trate de escuchar la necesidad insatisfecha (escuche con atención)

4. Encuentra lo que funciona, desecha lo que no funciona

Imagínese el compromiso de cometer errores y luchar por ellos, y tener fe en que esto es parte de su viaje con su pareja. Imagínese estar de acuerdo en 'arruinar esto juntos' y colaborar en el próximo movimiento, aunque pueda implicar más contratiempos. A través de este sistema, encontramos lo que funciona, desechamos lo que no funciona y luego pasamos al siguiente paso, que también será imperfecto y fallará en algunos lugares.

Esta es una filosofía de “dos pasos adelante, un paso atrás”, que puede sonar frustrante, pero la mayoría de la gente encuentra realmente un gran alivio. En lugar de sentirnos mal por seguir haciéndolo mal, nos concentramos en las partes que acertamos y aceptamos y asumimos la imperfección.

Si esto parece pedir demasiado, mire los resultados: una relación segura a largo plazo que puede soportar golpes y hematomas y mantenerse a largo plazo.

La filosofía de aceptar desafíos y abordarlos con compasión es cómo los socios exitosos ya funcionan instintivamente. Describen sus relaciones de décadas no como esfuerzos infinitamente divertidos y pacíficos, sino como mucho trabajo duro.

Reflexiones finales: no pierda de vista el premio

Ganar estabilidad a veces parece una lucha cuesta arriba, pero trate de verlo, no como un precio que paga, sino como un premio que gana. Puede ser realmente hermoso comprometerse continuamente en una lucha juntos. El mensaje que envía es: Vale la pena el trabajo. Investigar y resolver problemas con compasión el uno por el otro es un gozo y un gran regalo para el otro. Y comienza con herramientas de comunicación simples.

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