Cómo hablar abiertamente sobre sus deseos sexuales con su cónyuge

Cómo hablar abiertamente sobre sus deseos sexuales con su cónyuge

En este articulo

La sexualidad ocupa un lugar esencial en el matrimonio.

Tus deseos sexuales son un reflejo de ti mismo y pueden ayudarte a aprender más sobre ti y tu cónyuge.

Sin embargo, ya sea que sea abierto o tímido y reservado, puede tener dificultades para expresar lo que quiere. Incluso en una relación que parece sana, comunicar tus deseos en la cama no siempre es fácil, deja de hablar sobre sexo y problemas de intimidad con tu pareja.

Nuestro cónyuge quiere divertirse tanto como nosotros, entonces, ¿por qué privarlo?

Hablar de sexo con tu pareja

La frustración nunca es buena en la cama, así que trata de hablar de lo que te gusta, pero también de señalar lo que te molesta o quita tus deseos.

Hablar de sus deseos es una oportunidad para invitar a su cónyuge a hacer lo mismo.

Tome su salud sexual en sus manos y comience a hablar sobre sus deseos sexuales. Si se pregunta cómo empezar a hablar con su pareja sobre sexo, aquí tiene un plan de cinco pasos para empezar.

1. La búsqueda del placer

Al resolver problemas, nos enfocamos en lo que está mal y luego buscamos una solución.

Trate de ir al revés y piense en todo lo que encuentre excepcional. La comunicación sexual eficiente requiere no solo decir lo que necesita mejorar, sino también lo que funciona bien.

Una de las reglas para hablar de sexo productivo con tu pareja es preguntarte qué te gustó de ti en un momento exacto y en qué fue especialmente bueno tu cónyuge.

Si algo salió diferente de lo que imaginaba, escríbalo en una hoja de papel y déjelo a un lado. Ningún cónyuge debe percibir la conversación como una crítica.

A continuación, debes imaginar cómo puede ser el sexo. Descubra cuáles son sus deseos. Tómate un momento a solas e imagina cómo te gustaría hacer el amor.

Cuando pienses en cómo hacer que el sexo hable con tu pareja, céntrate en cada uno de tus cinco sentidos y piensa en los momentos del día, las posturas, las caricias. Entre en tantos detalles como sea posible.

Por último, piensa en cómo conseguir lo que quieres. ¿Qué dirección debería tomar para aprovechar las buenas experiencias anteriores?

2. Identifica tus bloqueos

El segundo paso consiste en identificar sus bloqueos.

La mayoría de las parejas casadas encuentran la conversación sobre el sexo inconveniente en el mejor de los casos y, en el peor, dañina y dolorosa. Es posible que tus padres te hayan enseñado que hablar sobre sexo es una práctica prohibida, pero de hecho es un consejo obsoleto.

Ese consejo crea miedo a decir lo que piensa.

Ahora bien, el miedo no es un problema en sí mismo. Pero si tiene miedo de decirle a su cónyuge lo que prefiere hacer en el dormitorio, puede convertirse en un problema.

No se limite a pensar en obstáculos como la fatiga y el dolor de cabeza. Mire más a fondo la búsqueda de razones que le impidan decir lo que tiene en mente.

Si eres mujer, ¿te avergüenzas de tu propio cuerpo? Es un sentimiento poderoso porque las mujeres a menudo se sienten cómodas en sus cuerpos solo en la medida en que su entorno les ha enseñado.

Por otro lado, si eres hombre, ¿qué mitos sobre el sexo has escuchado al crecer?

El consejo habitual que se da a los chicos sobre el sexo es que tienes que ser el dominante o que tienes que ocultar tus sentimientos a toda costa.

Finalmente, piense en la representación del sexo dentro de la cultura en la que vive.

¿Qué dice la gente al respecto en los medios de comunicación, en la literatura, en las escuelas? ¿Qué impacto tiene la cultura en tu vida sexual actual y cómo puede explicar algunas de tus inseguridades?

Las presunciones pasadas de moda sobre la salud sexual solo pueden crear una imagen de lo que debería ser el sexo e impedir que expreses lo que quieres que sea. Rechazar esas ideas y mirar más allá de ellas te ayudará a lograr la libertad sexual.

3. ¿Qué significa el sexo para ti?

¿Qué significa el sexo para ti?

La gente atribuye varios significados al sexo.

Cada persona lo experimenta de manera diferente, dependiendo de numerosos factores en su vida. Si bien para algunos es una forma de relajarse y aliviar el estrés, para otros es una obligación que odian. No debería ser una obligación ni una molestia.

El problema es que la mayoría de las parejas piensan que su pareja experimenta el sexo de la misma manera que ellos. Para comprender mejor las actitudes y expectativas de cada uno con respecto al sexo, pregúntese a sí mismo y a su cónyuge qué significa el sexo para usted.

4. Habla sobre lo que realmente quieres

Por último, es hora de hablar abiertamente sobre sus deseos sexuales.

Tienes que ser específico sobre lo que quieres. En lugar de decir que quiere acurrucarse más antes de tener intimidad, diga cuánto tiempo, dónde y cómo. Explique por qué lo necesita.

Además, di precisamente lo que quieres hacer, como llevar ropa interior seductora, por ejemplo, porque se ve muy sexy.

Si vas a probar nuevas posiciones sexuales , dígalo exactamente como está. Cuando comience a hablar específicamente, puede encontrar un problema en la terminología. La solución es poner nombre a las partes íntimas de tu cuerpo. Puede ser divertido y le ayudará a aceptar nombres que sean cómodos para usted y su cónyuge.

5. Habla con el cuerpo

Aunque solo hablar suena fácil, algunas personas tendrán problemas para sumergirse completamente en la charla sexual. Afortunadamente, existe una solución.

Uno de los consejos sobre cómo hablar de tus deseos sexuales con tu pareja es introducir la conversación de forma puramente física y luego continuar con las palabras.

A veces es más fácil hablar con el cuerpo que con las palabras.

Primero, puedes hacer que el cónyuge sienta lo que quieres, con una actitud, un gesto o una mirada. También puedes guiarlos con tu mano, acariciando la suya. Además, puede mostrarle a su cónyuge qué ritmo y presión le conviene, y enseñarle a tocar otras partes de su cuerpo.

¿Estás listo para hablar abiertamente sobre tus deseos sexuales?

Cada uno de los pasos mencionados lo ayudará a cambiar la forma en que habla sobre el sexo, eliminar la timidez innecesaria y crear una forma de tener más intimidad con su cónyuge.

Hablar de sexo no es fácil, pero en la mayoría de los casos, las parejas descubrirán lo que les gusta juntas. Una vez que superan sus miedos a comunicarse, pueden unirse en el dormitorio. Y finalmente, se dirán el uno al otro: '¿Por qué no hemos hablado de eso antes?'

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