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Consejos De Relaciones / 2025
Un estudio reciente del Centro para el Control de Enfermedades (CDC) descubrió que 1 de cada 4 mujeres ha sido golpeada o agredida severamente por su cónyuge o pareja. Con las tasas de violencia tan altas, muchas mujeres están preocupadas por su seguridad.
Sabemos desde hace años que las mujeres son las víctimas más comunes de violencia doméstica. Pero estos números hablan de un problema cada vez más profundo en la sociedad estadounidense: muchos de nosotros reemplazamos las palabras y las negociaciones con intimidación y acoso.
Los acosadores creen que si no se salen con la suya, pueden amenazar e intimidar a otros para lograr el resultado deseado. Tales comportamientos se han traducido en cómo nos comportamos en nuestras relaciones. Los hábitos violentos ahora prosperan en relaciones en las que no hay testigos y, en la mayoría de los casos, no hay responsabilidad.
Para empeorar las cosas, la mayoría de las víctimas de violencia doméstica, hombres y mujeres, a menudo no buscan ayuda, ya que hay una cierta vergüenza asociada con el abuso por parte de alguien a quien has elegido amar. Muchas víctimas prefieren sufrir en silencio antes que admitir que la persona que aman las golpeó o lesionó.
Entonces, ¿cómo puede ayudar a prevenir la violencia doméstica? Aquí hay algunas cosas que puede hacer:
Aislamiento: Los depredadores prefieren que sus víctimas permanezcan aisladas. Los hace más fáciles de controlar.
Moviéndose demasiado rápido: Muchos depredadores quieren entablar una relación rápidamente y moverse rápido. Lo que quieren es controlar rápidamente a su víctima y llevarla a una situación comprometedora.
No aceptaré un no por respuesta: Cualquiera que no acepte un no por respuesta quiere controlar a la otra persona. Con demasiada frecuencia, una vez que un hombre dice que no, la discusión termina. Sin embargo, cuando una mujer dice que no, esto se toma como solo el comienzo de la negociación.
Violencia simbólica: Esto implica destruir elementos de valor para la otra persona en la relación o que son simbólicos de la relación en sí. La intención aquí es intimidar a la otra persona y causarle angustia emocional. Romper fotos de bodas, destruir pertenencias personales o incluso abusar de una mascota querida son señales de alerta.
Aumento de la ansiedad y la depresión: Las víctimas de violencia doméstica muestran cada vez más signos de ansiedad y depresión, como:
Evitando la verdad: Las víctimas de abusos a menudo quedan conmocionadas. Están prácticamente paralizados por el estrés y la ansiedad. Muchas personas que se criaron en buenos hogares son en realidad ajenas a lo que realmente es el abuso. O bien:
Derramando relación: Las víctimas de abuso doméstico tienden a deshacerse de sus relaciones anteriores: mejores amigos, ex novios y novias, contacto con vecinos o ex maestros. Dejan de responder cuando te acercas a ellos y niegas el abuso.
La negación es el mayor contribuyente a la violencia doméstica. La mayoría de las personas subestiman la amenaza de la violencia doméstica y no reconocen las señales de advertencia, como un historial de posesividad, intimidación o comportamiento excesivamente celoso. Todas estas son banderas rojas psicológicas que advierten de un peligro potencial. Cuando vea un peligro, reconózcalo como peligro y haga algo al respecto.
La intuición es la mejor herramienta que tenemos para ayudarnos a prevenir la violencia doméstica. 31.000 mujeres mueren cada año por actos violentos, la mayoría a manos de una pareja romántica. Respeta tu propia intuición. No se convenza ni normalice el comportamiento violento del que sea testigo. Deja de debatir y cuestionar tus propias observaciones. Nuestros cerebros están programados para detectar señales de peligro que nos dicen que algo anda mal. Si siente que alguien está en peligro, lo más probable es que lo esté.
La violencia en una relación nunca es una forma legítima de manejar los desacuerdos o las emociones fuertes. Nunca está justificado y siempre está mal. Un pequeño empujón puede convertirse en un puño en movimiento o en un arma empuñada agresivamente. Recuerde que una vez que la violencia ocurre una o dos veces, la probabilidad de que vuelva a ocurrir es exponencialmente mayor. La violencia casi siempre se intensifica cuando no hay responsabilidad.
Si siente que alguien cercano a usted está siendo víctima de violencia doméstica, debe hablar. Muchos amigos y familiares se muestran reacios a intervenir por respeto a los límites personales del individuo. Sin embargo, preocuparse por la persona implica una intervención compasiva. Hagas lo que hagas, no mires simplemente para otro lado y permanezcas en silencio.
Documente lo que ve del abuso y organícelo en un diálogo coherente. Detalla el comportamiento inaceptable del que hayas sido testigo, escuchado de otros, cosas que hayas leído en las redes sociales o visto en mensajes de texto. Sea específico y apéguese al hecho.
Presente delicadamente su evidencia a la víctima. Hágale saber a la persona que está hablando con ella porque está preocupada por su seguridad. Recuerde que probablemente estén encerrados en una jaula de negación y no tengan perspectiva de lo que les está sucediendo.
Insista en que el abusador es responsable de sus acciones violentas y que usted ya no se quedará al margen e ignorará tal comportamiento. Defender su posición. Necesitan tu ayuda. Si aún se muestran reacios a discutir el asunto contigo, dirígete a su comunidad de amigos y pídeles que intervengan.
Asegúrate de no hacerlo solo. Comuníquese con un grupo local o una línea directa de violencia doméstica e incluso con la policía, si es necesario. Estas organizaciones pueden ayudarlo a encontrar un lugar seguro para que la víctima se quede, ayudarla a crear nuevos trabajos y cuentas bancarias, e incluso puede ayudarla a cuidar a sus hijos. Tienen todas las estrategias y recursos para ayudar a una persona a dejar una relación abusiva de manera segura y exitosa.
Recuerde, las víctimas de la violencia doméstica a menudo están atrapadas en una jaula de miedo y no tienen perspectiva de lo que realmente está sucediendo en sus vidas. Tomar estas medidas para prevenir la violencia doméstica antes de que suceda, por más difíciles que sean algunas de ellas, puede salvar la vida de una persona.
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