Cómo lidiar con diferentes tipos de relaciones malsanas entre madre e hija
En este articulo
- Tipos de relaciones negativas entre madre e hija
- La relación controladora
- La relación crítica
- La gran broma
- La relación desdeñosa
- Sin límites
- Cómo sanar las relaciones madre-hija
- Ten una conversación honesta
- Sé dueño de tu parte
- Acepta lo irreparable
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La importancia y el impacto de un padre o una figura paterna en la vida de una mujer a menudo se discuten y se especula ampliamente, pero ¿qué pasa con las relaciones disfuncionales entre madre e hija?
Lo que percibe como un comportamiento normal en realidad podría ser un indicador de una relación tóxica.
Hay algunos signos de una mala relación entre madre e hija, que si se experimenta, significa que su relación necesita urgentemente una reparación.
Sin embargo, si detecta estos problemas a tiempo, es posible que pueda salvar la preciosa relación madre-hija.
Tipos de relaciones negativas entre madre e hija
Hay varias formas diferentes de malas relaciones entre madre e hija.
Si bien no hay forma de definir las características de manera específica, estas relaciones se pueden dividir en categorías para ayudarlo a comprender mejor los tipos.
Aquí hay algunos ejemplos de relaciones malsanas entre madre e hija y cómo cada una afecta su estilo de vida y su futuro.
1. La relación de control
Una forma común de crianza de los hijos en la mayoría de las relaciones entre madres e hijas, generalmente se considera una forma normal de crianza de los hijos para las madres que han experimentado el mismo comportamiento por parte de sus propios padres.
Las madres controladoras prestan muy poca atención a las necesidades y emociones de su hija, y proyectan un cierto conjunto de necesidades en su hija, diciendo que es lo mejor para su hijo.
La hija no tiene más remedio que cumplir, ya que cree que nunca será lo suficientemente buena para hacer las cosas por su cuenta.
Una mala relación entre madre e hija como esta afecta negativamente el desempeño de su hija en la escuela y el trabajo, lo que le impide alcanzar metas más altas en la vida.
2. La relación crítica
También se puede producir un conflicto entre madre e hija si las madres critican todo lo que dice o hace su hija.
Si bien está bien ser crítico con algunas cosas, ser demasiado crítico puede resultar en muchos problemas de relación madre-hija.
En estas relaciones, las madres presionan a sus hijas para que hagan más, sean más y se vean mejor. Como resultado, a la hija le resulta extremadamente difícil amarse a sí misma correctamente.
3. La gran broma
Algunas madres hacen que su relación parezca una gran broma, lo que resulta en una mala relación entre madre e hija. En muchas familias, tanto los padres como las madres disfrutan burlándose de sus hijos.
Si bien las bromas ocasionales son aceptables, bromear constantemente o burlarse de su hija puede provocar daños psicológicos. Después de escuchar los mismos chistes una y otra vez, el niño comienza a creerlos como hechos y los percibe como insultos que la madre realmente quiere hacer.
Los niños son inteligentes y pueden leer entre líneas.
Las madres a menudo disfrutan haciendo bromas sobre sus hijas, sin darse cuenta de que sus palabras pueden fortalecer o destruir la confianza y la autoestima de sus hijos.
4. La relación desdeñosa
Una de las relaciones entre madre e hija más dolorosas e insalubres es la del tipo despectivo.
Este tipo de relación hace que la hija se sienta como si no importara o no existiera. La madre siempre tiene cosas más importantes que hacer y, por mucho que la hija trate de llamar su atención, la madre no ve el esfuerzo.
La competitividad constante y la baja autoestima son solo algunos de los efectos negativos de la relación madre-hija causados por una relación desdeñosa.
5. Sin fronteras
Una mala relación con la madre también puede deberse a la ausencia de límites. Frente a la relación desdeñosa, las madres en este tipo de relación fisgonean e invaden la privacidad de sus hijos.
Sin embargo, es realmente saludable establecer ciertos límites entre madre e hija. Es una línea muy fina, por lo que además de asegurarse de que sus hijos estén seguros, también debe darles espacio para que sean ellos mismos.
Cómo sanar las relaciones madre-hija
Si tienes una relación poco saludable con mamá, a menudo te encuentras buscando formas de arreglar el vínculo roto . Aquí hay algunos consejos sobre cómo lidiar con una mala relación madre-hija:
Ten una conversación honesta
Una de las formas más efectivas de sanar las relaciones madre-hija es buscar ayuda profesional o asesoramiento de algún tipo.
La terapia de relación madre-hija ayuda a establecer una comunicación simple y auténtica y permite que ambas partes reconozcan sus verdaderos sentimientos.
Es esencial que prepare sus puntos de conversación antes de la conversación, para que la sesión siga siendo productiva y pacífica. Si bien es importante que una hija comprenda que su madre es solo un ser humano y que trate de hacer lo mejor que pueda, también es fundamental que la madre reconozca el dolor que siente su hijo.
Sé dueño de tu parte
Observar su propio comportamiento y determinar por qué y cómo se siente o reacciona ante algo es otra parte crucial de la resolución de conflictos entre madre e hija.
Si bien las relaciones malsanas entre madre e hija pueden no ser del todo culpa de la hija, es esencial que ambas partes asuman la responsabilidad de sus acciones y comportamientos como adultos.
Eche un vistazo a su lado de la cerca y trate de determinar qué le hace responder negativamente a su madre.
Acepta lo irreparable
Si bien se deben tomar las medidas necesarias para reparar las relaciones malsanas entre madre e hija, es importante recordar que no todos los vínculos se pueden arreglar.
En los casos en que abuso emocional o físico ha dejado cicatrices permanentes, lo mejor que puedes hacer es cortar las ataduras y poner una distancia firme entre tú y tu madre.
Mantener una buena relación
No se puede negar que las relaciones madre-hija son notoriamente difíciles, pero aún es importante recordar que todos se equivocan. El perdón es el primer paso hacia el proceso de curación, así que asegúrese de perdonar rápidamente, de ser lento para enojarse y recordar siempre pedir perdón.
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