Las siempre cambiantes cuatro estaciones del matrimonio
En este articulo
- Las cuatro estaciones del matrimonio
- Al igual que la naturaleza, las cuatro estaciones del matrimonio son:
- Verano
- Primavera
- Otoño
- Invierno
Para un vínculo tan antiguo como el tiempo, ha habido un trillón de ejemplos metafóricos en los que las parejas enamoradas han tratado de explicar su relación. Ya sea agridulce o con un tinte de celos detrás; hay ejemplos en todas partes.
Si bien puede resultar una sorpresa, hay cuatro temporadas de matrimonio. El símbolo se puede tomar de las cuatro estaciones climáticas que presenciamos durante todo el año.
Con el invierno seco y frío al calor del verano, dando paso a una primavera hermosa y relajante para el alma al otoño melancólico y deprimente, el matrimonio también se explica metafóricamente en estas cuatro estaciones.
Las cuatro estaciones del matrimonio
Las cuatro temporadas del matrimonio pueden entenderse mejor como los tumultuosos altibajos que enfrentan las parejas mientras están en una relación.
El truco de este tema sería quitarse esta idea de la mente de que solo porque comenzaste estando enamorado, siempre estarás enamorado porque el matrimonio cambia a una persona. Se requiere principalmente; cambio significa que estás vivo y en movimiento. Todo lo que permanece igual, que no cambia, se considera muerto. De manera similar, el matrimonio siempre está en proceso de cambio; está cambiando para siempre y la relación sigue creciendo.
Una relación, al igual que los ciclos naturales, cambia quizás no con la misma distribución temporal que se hace anualmente en lo que respecta al clima, el cambio, no obstante, está ahí.
Al igual que la naturaleza, las cuatro estaciones del matrimonio son:
- Verano: la temporada del amor
- Primavera: la temporada de floración y crecimiento
- Otoño: la temporada de dudas y miseria
- Invierno: la temporada de separación y pruebas
Verano
Aquí es donde típicamente toda relación comienza con parejas caminando y hablando entre sí con ojos amorosos, enamorados de la presencia del otro y hablando de agarrar la luna y las estrellas para sus seres queridos.
No quiere decir que esta temporada solo dure hasta el período de luna de miel, no. Hay episodios de su presencia. Surge aquí y allá, y como en cualquier otra parte de la vida, hay días buenos y días malos.
Primavera
La primavera es la temporada de una relación y un crecimiento florecientes. Esto permanece con la pareja durante toda su vida. Las parejas se descubren, se aman, se ayudan a crecer y a descubrirse a sí mismas. Esto sigue siendo parte de ellos; crecimiento de todo lo bueno y malo y descubrimiento de todo lo bueno y lo malo.
Con esta evolución y desenterrándose, las parejas enamorarse el uno con el otro de nuevo. El crecimiento está siempre presente, manteniendo la relación fluida y en constante cambio.
Otoño
Este período en una relación es inminente. Aquí es donde salen a la luz las dudas y las mentiras. Parejas que han estado juntas por mucho tiempo o las que están en la fase de luna de miel, esto puede ser un territorio peligroso.
O estás demasiado acostumbrado al otro que estás dispuesto a dar por sentado al otro o eres demasiado nuevo para pensar realmente en el otro y exigir algo, el otoño puede ser peligroso para las parejas.
Invierno
El invierno en una relación simboliza su caída . Cuando las dudas y las inseguridades se apoderan de la pareja, no queda nada por lo que luchar. Esos momentos son muy delicados y deben tomarse medidas con extrema cautela; cualquier tipo de prisa puede tener resultados devastadores.
En una palabra
Nadie tiene el matrimonio perfecto; el objetivo es estar en un lugar mejor de lo que estás ahora. Nada es fácil y nada se puede lograr sin trabajar duro. Las relaciones, al igual que su carrera, requieren un trabajo duro, paciencia, y tiempo.
Cuota: