Hacer frente al adulterio: las secuelas de la infidelidad
Saber que su cónyuge le ha engañado es uno de los peores descubrimientos que puede hacer en un matrimonio. Ya sea que se entere porque su cónyuge viene a usted y confiesa, o si descubre pistas que lo llevan a la desagradable verdad de su extravío, el darse cuenta de que ha sido traicionado puede hacer que se sienta conmocionado, enojado, lleno de dudas, deprimido y, sobre todo, con un dolor profundo.
Saber que su esposo ha sido adúltero puede hacer que se haga una multitud de preguntas. ¿Cómo podría alguien que decía amarme hacer algo como esto? ¿No fui lo suficientemente bueno? ¿Qué tiene la otra mujer que yo no?
Su matrimonio se ha visto afectado por una situación enorme que ha impactado su vida. Estas son algunas de las formas en que puede afrontar el adulterio:
Qué hacer en lo inmediato: hacer un balance
Se le ha informado de la trampa de su cónyuge. Todavía estás en estado de shock, pero es fundamental que actúes de forma racional. Si tiene hijos, este sería un buen momento para que visiten a sus padres para que usted y su esposo puedan hablar abiertamente sobre esta situación de crisis. ¿No tiene padres cercanos a usted? Vea si un amigo puede llevarse a los niños por un día o dos.
Si los niños no están involucrados, permítase procesar la noticia del adulterio de su cónyuge durante 24 horas antes de intentar hablar juntos. Necesita tiempo para asimilar lo que ha sucedido. Permítase estar con sus propios pensamientos antes de discutir los por qué y los cómo de su infidelidad. Llora, grita, golpea una almohada con los puños. Deje salir la ira y el dolor. Esto será útil para prepararse para sentarse con su cónyuge una vez que sienta que es capaz de hacerlo.
Es normal tener pensamientos traumáticos.
Casi todos los cónyuges que descubren que su pareja ha tenido relaciones íntimas con otra persona declaran que tenían pensamientos obsesivos que se centraban en lo que su pareja hacía con la otra persona. Los imaginaban en una cita, riendo y tomados de la mano. Se preguntaron sobre el aspecto sexual de la aventura. Alternaron entre la necesidad de conocer todos y cada uno de los detalles de la relación y no querer escuchar una palabra al respecto.
Tener estos pensamientos invasivos y repetitivos sobre lo que sucedió durante el tiempo de la aventura adúltera es una forma de intentar tomar el control de una situación que claramente está fuera de su control. Y aunque su cónyuge puede tratar de convencerla de que es mejor no saber nada sobre lo que le estaba haciendo a la otra mujer, los consejeros matrimoniales no están de acuerdo. Responder a las preguntas del cónyuge traicionado mientras sienta la necesidad de hacerlas es una parte importante de su capacidad para sobrellevar el adulterio y, lo que es más importante, para ayudarla a seguir adelante con su proceso de curación.
Comenzando la conversación
A pesar de sus sentimientos de enojo hacia su cónyuge, se deben el uno al otro para hablar sobre la traición y ver a dónde quieren ir a partir de este momento. Esta no va a ser una conversación fácil ni corta, así que acomódese: es posible que esté hablando de esto durante semanas y meses. Dependiendo de la naturaleza del asunto, la discusión tomará uno de dos caminos:
- Ambos quieren trabajar para salvar el matrimonio, o
- Uno o ambos quieren divorciarse
Cualquiera sea el camino que tome la conversación, puede ser útil contar con la ayuda de un consejero matrimonial autorizado para ayudar a guiar la conversación y mantenerla cuerda y productiva. Un consejero matrimonial con licencia puede brindarles un lugar neutral y seguro en el que analizar lo que sucedió y, si es su elección, trabajar para reconstruir el matrimonio con confianza, honestidad y un nuevo compromiso con la fidelidad.
Estrategias de cuidado personal para afrontar el adulterio
Están hablando, tanto juntos como en presencia de un consejero matrimonial. Te estás enfocando en sanar tu matrimonio y los problemas que llevaron a que tu cónyuge se desvíe. Pero recuerde: usted es la parte herida en esta situación y debe prestar especial atención al cuidado personal durante este momento tumultuoso.
- Busque un equilibrio entre ser consciente del tremendo cambio por el que ha pasado su matrimonio y distraerse con actividades edificantes. No quiere vivir en el dolor, pero tampoco quiere intentar ignorarlo. Tómese un tiempo para reflexionar sobre el estado de su matrimonio y haga el mismo tiempo para hacer ejercicio, socializar o simplemente relajarse frente a una serie de televisión ligera.
- Piense detenidamente con quién compartirá esta información. Quiere el apoyo de sus amigos cercanos en este momento crítico de su vida, pero no quiere ser el centro de la chismosa. Confíe en las personas que sabe que tratarán esta información con la sensibilidad que se merece, y no vaya a difundir rumores hirientes sobre usted y su cónyuge por el vecindario.
- Recuerde que la aventura extramatrimonial de su esposo no fue de ninguna manera culpa suya. Puede intentar convencerte de lo contrario acusándote de no responder a sus necesidades, de que te habías dejado llevar o de que siempre estabas demasiado ocupado con los niños o en el trabajo para prestarle atención. Si bien puede haber algo de verdad en lo que dice, ninguna de estas cosas es razón para salir de un matrimonio comprometido. Las personas inteligentes se comunican sobre los problemas antes de recurrir al adulterio que amenaza el matrimonio.
- Recuerde el dicho 'Esto también pasará'. Inmediatamente después del adulterio, se sentirá devastado. Pero confía en que este sentimiento cambiará con el tiempo. Habrá días malos y días buenos, altibajos en tu estado emocional. A medida que usted y su esposo comiencen a desenredar las razones detrás de la infidelidad, comenzarán a experimentar más días buenos que malos.
El camino hacia la curación es largo y ventoso
Cuando intercambiaste votos matrimoniales, nunca imaginaste que el adulterio sería 'peor' en 'para bien y para mal'. Sepa que no está solo: se estima que entre el 30% y el 60% de las personas tienen una aventura en algún momento de su vida matrimonial. Muchas de esas personas reparan sus matrimonios y los hacen más fuertes que nunca. Se necesita dedicación, comunicación, ayuda de un terapeuta afectuoso y paciencia, pero es posible salir del otro lado de una aventura con un matrimonio más feliz, más sólido y amoroso.
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